LA OLVIDADA
Caminando en la noche en la costa de mi ciudad
distendiendo pensamientos y también recordando
caminando sin rumbo descalza la arena pisando
mientras el agua moja mis pies una sensación de libertad.
Dejando huellas que de inmediato el agua las va borrando
extasiada con la música de olas que al extinguirse
parecen venir a mi y ante mis pies rendirse
y de a poco mis recuerdos todos se van olvidando.
Caminando en la noche en esta playa tan serena
sumergida en su magia tan propia de ella
y en el cielo allá a lo lejos brilla fuerte mi estrella
esa que quita recuerdos, esa que quita mi pena.
Unos metros de camino en esta playa desierta
en la noche con mi estrella, con la arena y el mar
no necesito más nada para poder olvidar
manteniéndome espectante y a la esperanza abierta.
Seré mujer de la noche, seré mujer de la playa
porque solo es aquí que logro aclarar sentimientos
donde ordeno mis ideas, donde ordeno pensamientos
donde enciendo la mecha de la pasión que en mi estalla.
Cuando la noche instalada calma nervios y en su ausencia
la calma domina todo y el silencio hay que guardar
yo despierto interiormente y quiero tan solo amar
este ambiente, esta paz y al mar y su presencia.
Simbiosis insondable, tan sutil y tan marcada
naturaleza omnipresente en mezcla viva con mi alma
mujer de fuego en el día y en la noche solo calma
porque me siento libre, porque me siento amada.
Cuando el sol apague mi estrella y de la noche no quede nada
retomaré mi rutina, volverá la mujer de fuego
deseando llegue la noche, deseando sea más luego
para olvidar todo el día, olvidar que soy la olvidada.
Solange García Calderón
Tu naturaleza sigue siendo la mejor expresión de la belleza y la calidez de un alma extraordinaria.
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