PRESA DEL MIEDO
Tengo una gran amiga, muy preparada, muy inteligente y muy bella, le encanta la naturaleza, siempre quiso tener una casa en el campo, en un monte, rodeada de vegetación y animales, con esfuerzo y trabajo se compro al fin la ansiada casa, eran 5 hectáreas de hermosa pradera sobre el sur, y un enorme bosque de eucaliptos y pinos sobre el norte, lo rara era que pegado a su casa, a la edificación misma, apenas separada por unos metros, había un alambrado y pegado a este otra casa, seguramente sería de el mismo anterior dueño, o quizás familiares, la cuestión fue que mi amiga compró la del lado oeste, pensaba incluso en poco tiempo poder señar aquella otra casa y su terreno y quedarse con todo eso, porque no había más casa a varios km a la redonda.
Ella adoraba tanto aquél ámbito tan natural, tan silvestre, tan lleno de aire limpio y puro, que le encantaba levantarse temprano y caminar desnuda totalmente por toda la extensión de su propiedad, le gustaba sentir el pasto sobre sus pies, que las hojas de aquella espesa vegetación tocara toda su piel, se sentía libre y apartada de todo y de todos, la primera vez que fui a su hermoso monte no me animé, pero la vi tan feliz, tan libre, que la segunda y todas las otras veces la acompañé y andábamos las dos desnudas en contacto directo con la naturaleza, y solo pude darle la razón, la sensación de libertad era hermosa, sublime.
Mi amiga es ingeniera agrónoma y escritora, trabaja para dos publicaciones europeas y escribe sobre suelos y flora autóctona y trabajaba en una Institución local como asesora geográfica, el asunto fue que se encariño tanto con su monte y su casa de campo que renunció a su trabajo en esa Institución y se fue a vivir allí en forma permanente, solo escribiendo para sus publicaciones, vendió su apartamento en Montevideo, su auto y se compró una camioneta Ranger 4 x 4, acondicionó todo en la casa de manera que fuese realmente agradable vivir allí.
Mi amiga estaba muy feliz, pero no pensó en lo principal, comprar la propiedad pegada a la suya, así fue que un día me llama muy preocupada porque dos camiones habían llegado a la casa vecina y estaban descargando todo el amueblamiento.
Los nuevos vecinos habían llegado un martes, el próximo fin de semana de su llegada fui a pasar con mi amiga, estaba muy ofuscada, molesta, sus vecinos, tres hombres de entre 40 y 50 años eran los propietarios, y todo el día se lo pasaban con música a todo volumen y tomando durante todo el día alcohol, vino, cerveza y otras bebidas corrían como un manantial en aquella casa, por las noches traían mujeres y el ruido era tremendo, no solo la música sino los gritos y golpes de puertas, corridas y muchas veces llantos, nada era igual, todo parecía distinto.
La propiedad de mi amiga estaba en el departamento de Durazno, al noroeste del mismo, la estación policial más cercana estaba a 18 km y era solo un puesto que contaba con 5 efectivos por turno, intentó hacer una denuncia oficial y se la tomaron, pero solo vinieron una vez durante el día y solo logró que por unas horas bajaran el volumen de la música.
Pasaron dos meses desde que llegaron los vecinos de mi amiga y ella observó que los viernes había cierta paz, pasaba que ese día los vecinos venían con sus esposas, de manera que los alegres, ruidoso y borrachos vecinos se transformaban durante la estadía de esas mujeres, ella intentó hablar con las mujeres, pero los hombres no lo permitieron.
Nada era igual, todo se transformo para mi amiga en algo insufrible, el asunto fue que ella no tuvo más paciencia, había agotado todos los recursos posibles para frenar en algo aquello y nunca logró nada, así que optó por seguir su vida, se levantaba muy temprano y salia descalza con una bata al monte, y allí, en su monte, en su propiedad se sacaba la bata y se hundía entre los árboles y maleza, desnuda, como a ella siempre le había gustado.
Esto pasó hace dos años, mi amiga tenía en ese entonces 26 años, ella es una hermosa mujer, de una belleza natural, un esbelto y bello cuerpo que nunca se preocupó por cuidarlo, pero su vida sana y sus buenas costumbres ayudaban a mantenerlo hermoso, así lo vieron esos salvajes, hermoso, desnudo al alcance de sus garras, la atraparon, la golpearon y la violaron, todos ellos, una y otra vez, luego la llevaron a su casa, a la de ellos, cuando se recuperó la dejaron salir sin resistencia, solo con sus crueles risas y palabras obscenas, así la dejaron marchar.
Mi amiga me llamó apenas pudo y me contó llorando todo, fuimos cuatro autos y dos camionetas entre amigos y parientes, sus dos hermanos y un primo, apenas llegamos y la vimos sus dos hermanos y tres de nuestros amigos ni siquiera llamaron, entraron a la casa vecina, yo corrí y en un instante los ruidos y golpes acallaron la música, mientras las mujeres del grupo asistían a mi amiga, los hombres habían todos ya entrado a la casa vecina, yo llegué y estaban los tres tendidos en el suelo recibiendo patadas y golpes de puño, no recuerdo que fue que hice yo, pero sé que en determinado momento todos quedaron quietos, los tres criminales estaban tendidos en un charco de sangre, con sus rostros casi desfigurados, traté de hacer algo y no supe que hacer, apenas emitían un leve gemido, pensé en curarlos, lavarlos, sacar la sangre de sus rostros porque ya habíamos llamado a la policía, así lo hice, empecé a intentar que se recuperaran antes de que llegase la policía y el mayor de los tres, con barba de días, con un horrible aliento con toda su ropa con olor a alcohol esbozó una risa y dijo "esa putita tuvo lo que quería, pero para vos también hay" me paré muy despacio sin dejar de mirarlo a la cara, le di con mi pie derecho en su mentón con todas mis fuerzas, salió impulsado hacia atrás y golpeo fuerte su cabeza en el piso y quedó inmóvil, yo quedé parada allí, no sé cuanto tiempo, cuando tome conciencia dos amigos le estaban tratando de despertar, uno me miró y dijo "está solo desmayado".
El sistema judicial y penal en Uruguay hace que se declare primero por separado, luego se realiza el careo, donde las dos partes declaran juntas, allí están los abogados defensores, el fiscal un alguacil y el juez, esto pasó a los dos días siguientes de la violación, mientras tanto estuvimos todos detenidos en la ciudad de Durazno.
Los perversos, los criminales, los malditos aducían que mi amiga se les ofreció para tener relaciones con todos ellos, mi amiga casi no habló, solo lo necesario, no lloró, ni hizo ni una mueca, aquello no era mi amiga, la alegre, la bella, la pujante, no, aquello era producto del ultraje y la violencia a la que fue sometida.
En determinado momento se pidieron pruebas físicas y reales, pruebas que evidenciaran cada testimonio, me amiga solo contaba con estudios médicos que confirmaban la penetración, restos de sus espermas y demás líquidos, pero ellos tenían una filmación, que empezaba tomando a mi amiga en su monte desnuda, caminando y corriendo alegre, y luego en la casa vecina, desnuda en una cama con uno de ellos, luego con otro, luego con dos juntos y con los tres, nunca le enfocaron la cara, porque seguramente estaba desmayada, pero resultó una prueba muy valedera para el juicio del juez.
El juicio fue condenar a mis amigos, los hermanos y demás hombres por lesiones graves en contra de los tres malditos, por invasión a la propiedad privada y por los destrozos al mobiliario, todos eran libre de antecedentes, así que se pagó una fianza y quedaron en libertad.
Mi amiga se recupero en un tiempo, pero vendió todo aquello, vendió su camioneta y se vino otra vez a Montevideo, volvió a trabajar en la Institución como asesora geográfica y continua con las publicaciones, cada vez que podemos vamos a mi casa en Piriapolis, allí estamos horas en la playa, pero ella extraña la vegetación, el monte, aquella naturaleza es lo que ella extraña y tal vez el desnudarse y caminar libre, siendo una con el monte, pero eso nunca más creo lo podrá hacer, jamás podrá otra vez sacarse su ropa y sentir aquella libertad, porque en muchas formas ella ya no es más libre, mi amiga es en muchas formas una presa...del miedo.
Solange García Calderón
Tengo una gran amiga, muy preparada, muy inteligente y muy bella, le encanta la naturaleza, siempre quiso tener una casa en el campo, en un monte, rodeada de vegetación y animales, con esfuerzo y trabajo se compro al fin la ansiada casa, eran 5 hectáreas de hermosa pradera sobre el sur, y un enorme bosque de eucaliptos y pinos sobre el norte, lo rara era que pegado a su casa, a la edificación misma, apenas separada por unos metros, había un alambrado y pegado a este otra casa, seguramente sería de el mismo anterior dueño, o quizás familiares, la cuestión fue que mi amiga compró la del lado oeste, pensaba incluso en poco tiempo poder señar aquella otra casa y su terreno y quedarse con todo eso, porque no había más casa a varios km a la redonda.
Ella adoraba tanto aquél ámbito tan natural, tan silvestre, tan lleno de aire limpio y puro, que le encantaba levantarse temprano y caminar desnuda totalmente por toda la extensión de su propiedad, le gustaba sentir el pasto sobre sus pies, que las hojas de aquella espesa vegetación tocara toda su piel, se sentía libre y apartada de todo y de todos, la primera vez que fui a su hermoso monte no me animé, pero la vi tan feliz, tan libre, que la segunda y todas las otras veces la acompañé y andábamos las dos desnudas en contacto directo con la naturaleza, y solo pude darle la razón, la sensación de libertad era hermosa, sublime.
Mi amiga es ingeniera agrónoma y escritora, trabaja para dos publicaciones europeas y escribe sobre suelos y flora autóctona y trabajaba en una Institución local como asesora geográfica, el asunto fue que se encariño tanto con su monte y su casa de campo que renunció a su trabajo en esa Institución y se fue a vivir allí en forma permanente, solo escribiendo para sus publicaciones, vendió su apartamento en Montevideo, su auto y se compró una camioneta Ranger 4 x 4, acondicionó todo en la casa de manera que fuese realmente agradable vivir allí.
Mi amiga estaba muy feliz, pero no pensó en lo principal, comprar la propiedad pegada a la suya, así fue que un día me llama muy preocupada porque dos camiones habían llegado a la casa vecina y estaban descargando todo el amueblamiento.
Los nuevos vecinos habían llegado un martes, el próximo fin de semana de su llegada fui a pasar con mi amiga, estaba muy ofuscada, molesta, sus vecinos, tres hombres de entre 40 y 50 años eran los propietarios, y todo el día se lo pasaban con música a todo volumen y tomando durante todo el día alcohol, vino, cerveza y otras bebidas corrían como un manantial en aquella casa, por las noches traían mujeres y el ruido era tremendo, no solo la música sino los gritos y golpes de puertas, corridas y muchas veces llantos, nada era igual, todo parecía distinto.
La propiedad de mi amiga estaba en el departamento de Durazno, al noroeste del mismo, la estación policial más cercana estaba a 18 km y era solo un puesto que contaba con 5 efectivos por turno, intentó hacer una denuncia oficial y se la tomaron, pero solo vinieron una vez durante el día y solo logró que por unas horas bajaran el volumen de la música.
Pasaron dos meses desde que llegaron los vecinos de mi amiga y ella observó que los viernes había cierta paz, pasaba que ese día los vecinos venían con sus esposas, de manera que los alegres, ruidoso y borrachos vecinos se transformaban durante la estadía de esas mujeres, ella intentó hablar con las mujeres, pero los hombres no lo permitieron.
Nada era igual, todo se transformo para mi amiga en algo insufrible, el asunto fue que ella no tuvo más paciencia, había agotado todos los recursos posibles para frenar en algo aquello y nunca logró nada, así que optó por seguir su vida, se levantaba muy temprano y salia descalza con una bata al monte, y allí, en su monte, en su propiedad se sacaba la bata y se hundía entre los árboles y maleza, desnuda, como a ella siempre le había gustado.
Esto pasó hace dos años, mi amiga tenía en ese entonces 26 años, ella es una hermosa mujer, de una belleza natural, un esbelto y bello cuerpo que nunca se preocupó por cuidarlo, pero su vida sana y sus buenas costumbres ayudaban a mantenerlo hermoso, así lo vieron esos salvajes, hermoso, desnudo al alcance de sus garras, la atraparon, la golpearon y la violaron, todos ellos, una y otra vez, luego la llevaron a su casa, a la de ellos, cuando se recuperó la dejaron salir sin resistencia, solo con sus crueles risas y palabras obscenas, así la dejaron marchar.
Mi amiga me llamó apenas pudo y me contó llorando todo, fuimos cuatro autos y dos camionetas entre amigos y parientes, sus dos hermanos y un primo, apenas llegamos y la vimos sus dos hermanos y tres de nuestros amigos ni siquiera llamaron, entraron a la casa vecina, yo corrí y en un instante los ruidos y golpes acallaron la música, mientras las mujeres del grupo asistían a mi amiga, los hombres habían todos ya entrado a la casa vecina, yo llegué y estaban los tres tendidos en el suelo recibiendo patadas y golpes de puño, no recuerdo que fue que hice yo, pero sé que en determinado momento todos quedaron quietos, los tres criminales estaban tendidos en un charco de sangre, con sus rostros casi desfigurados, traté de hacer algo y no supe que hacer, apenas emitían un leve gemido, pensé en curarlos, lavarlos, sacar la sangre de sus rostros porque ya habíamos llamado a la policía, así lo hice, empecé a intentar que se recuperaran antes de que llegase la policía y el mayor de los tres, con barba de días, con un horrible aliento con toda su ropa con olor a alcohol esbozó una risa y dijo "esa putita tuvo lo que quería, pero para vos también hay" me paré muy despacio sin dejar de mirarlo a la cara, le di con mi pie derecho en su mentón con todas mis fuerzas, salió impulsado hacia atrás y golpeo fuerte su cabeza en el piso y quedó inmóvil, yo quedé parada allí, no sé cuanto tiempo, cuando tome conciencia dos amigos le estaban tratando de despertar, uno me miró y dijo "está solo desmayado".
El sistema judicial y penal en Uruguay hace que se declare primero por separado, luego se realiza el careo, donde las dos partes declaran juntas, allí están los abogados defensores, el fiscal un alguacil y el juez, esto pasó a los dos días siguientes de la violación, mientras tanto estuvimos todos detenidos en la ciudad de Durazno.
Los perversos, los criminales, los malditos aducían que mi amiga se les ofreció para tener relaciones con todos ellos, mi amiga casi no habló, solo lo necesario, no lloró, ni hizo ni una mueca, aquello no era mi amiga, la alegre, la bella, la pujante, no, aquello era producto del ultraje y la violencia a la que fue sometida.
En determinado momento se pidieron pruebas físicas y reales, pruebas que evidenciaran cada testimonio, me amiga solo contaba con estudios médicos que confirmaban la penetración, restos de sus espermas y demás líquidos, pero ellos tenían una filmación, que empezaba tomando a mi amiga en su monte desnuda, caminando y corriendo alegre, y luego en la casa vecina, desnuda en una cama con uno de ellos, luego con otro, luego con dos juntos y con los tres, nunca le enfocaron la cara, porque seguramente estaba desmayada, pero resultó una prueba muy valedera para el juicio del juez.
El juicio fue condenar a mis amigos, los hermanos y demás hombres por lesiones graves en contra de los tres malditos, por invasión a la propiedad privada y por los destrozos al mobiliario, todos eran libre de antecedentes, así que se pagó una fianza y quedaron en libertad.
Mi amiga se recupero en un tiempo, pero vendió todo aquello, vendió su camioneta y se vino otra vez a Montevideo, volvió a trabajar en la Institución como asesora geográfica y continua con las publicaciones, cada vez que podemos vamos a mi casa en Piriapolis, allí estamos horas en la playa, pero ella extraña la vegetación, el monte, aquella naturaleza es lo que ella extraña y tal vez el desnudarse y caminar libre, siendo una con el monte, pero eso nunca más creo lo podrá hacer, jamás podrá otra vez sacarse su ropa y sentir aquella libertad, porque en muchas formas ella ya no es más libre, mi amiga es en muchas formas una presa...del miedo.
Solange García Calderón
Copyright©2010
Siento mucho esa falta de libertad, debe ser lo mas lindo en la vida, poder estar en sintonía con la naturaleza.
ResponderEliminarEsta muy hermosamente desplegado tu escrito, sin palabras