En mi barrio hay un chico que sabe de mi trabajo, que escucha mucho a las viejas chusmas y que seguro se pensaría yo era la puta más grande de todo Montevideo, era un chico pintón, de esos que se sabe ganador, todos sus amigos lo veían como el lider, y todo ganado por su facha y su forma de ganar con chicas de su edad, yo no soy una chica de su edad, él tenía 19 años y yo 30, nunca me gustaron menores que yo, pero hay algo que me gusta menos, los hombres agrandados, él me esperaba siempre y antes de subir a mi coche me solía decir, "mami si te agarro te parto al medio, te puedo llevar a las estrellas, te puedo hacer volar" todas esas cosas, realmente me estaba ya hartando de eso, pero sucede que un día lo veo con sus amigos y al verme llegar todos se reían, todos lo palmeaban, seguramente algún invento les hizo y los amigos celebraban la mentira, así que paré el coche frente a ellos y bajé, yo estaba con un camperón largo, hacía frío, pero debajo solo una blusa sin mangas, escotada y minis, con medias caladas, antes de llegar ante ellos me abrí el camperón, mis piernas y mis tetas los absorvieron a todos, así quedé parada frente a ellos, y le dije al flaco pintón "ayudame a bajar unos paquetes, así vas a poder por primera vez< ver mi departamento" me aseguré entonces de que si había mentido que estuvo conmigo al menos en mi hogar lo había ya desmentido, me siguió a mi coche, le di al menos 15 paquetes y bolsas, casi no podía caminar, desde esa esquina hasta el edificio fue con ellos mientras yo estacionaba mi coche, luego subimos a mi departamento, dejó los paquetes en una mesa y le dije se sentara que me iba a poner cómoda y volvía, volví con un mini vestidito, todo calado, me empecé a contornear de un lado a otro y él solo abría la boca y se tocaba el pene por encima del pantalón...
el flaco babeaba, y yo me movía, de un lado a otro, me pasaba la mano por mis partes íntimas y él veía mi piel por el calado de mi vestido, no fue capás de decir nada, solo se tocaba cada vez más fuerte, veía su erección por el bulto del pantalón, no quería yo excitarme, solo quería volverlo loco a él, eso ya lo había conseguido, pero yo también me estaba excitando y eso era lo que no quería...
el flaco seguía masturbándose, sin decir ni hacer nada má que eso, y yo seguía con mi juego, pero ahora estaba escitada, muy excitada, ya no me importaba que fuese tan menor, ni que consiguiera su objetivo, de pronto tuve un instante de orgullo y me dije "no" no va a hacerme nada, acto seguido me empecé a sacar mi tnga, siempre moviendome sensualmente, él solo se agitaba y gemía masturbándose, pero seguía sentadito en su lugar...
lo próximo fue ir suavemente sacándome todo, hasta quedar totalemnte desnuda, camine frente a él, y él de pronto pego un grito, se retorció en el sofá, y se tapó con ambas manos su pantalón, este, un jeans claro, tenía una enorme mancha de su esperma, le cubría todo su cierre y hasta la mitd de su antepierna izquierda estaba manchada or su esperma, de pronto quedo quiero, jadeando y yo desnuda parada frente a él, lo mirba seria, quieta y él no me aguantaba la mirada, giorá, fui a mi cuarto, tomé una bata, caminé hacia él lo miré nuevamente y le dije, "soy demasiado mujer para vos, aprendé a tratar a una mujer y si lo hacés bien tal vez puedas conseguir a alguna mujer en estos días, por ahora seguí con las chicas de tu edad, pero una cosa te voy a decir, si me entero que estuvistes hablando de mi, que estuviste mintiendo, te juro que voy a decirles a todos que me tuviste desnuda y solo te pajeaste" enseguida fui hacia la puerta la abrí y quedé esperando él saliera, lo hizo rápido, callado, sin siquiera mirarme salio corriendo...
Luego cerré la puerta, fui hacia el sofa donde él estuvo, me quieté la bata y comencé a tocarme, a partir de aquél día nunca más se metió conmigo, ni sus amigos me miraban raro, seguro pensarán que fui una mala mina con él, yo creo que le di una lección, y que seguramente la aprendió bien, hasta quizás esa enseñanza le ayude a conseguir mujeres en su futuro, aprendió a respetar a una mujer, y eso es bueno hasta para conseguirlas, yo ese día terminé en mi sofá, metiendome los dedos en mi vagina, puede tener su pene cuants veces quisiera, pero me sentí stisfecha de mi actuar y tmbién de mis dedos!!!
el flaco babeaba, y yo me movía, de un lado a otro, me pasaba la mano por mis partes íntimas y él veía mi piel por el calado de mi vestido, no fue capás de decir nada, solo se tocaba cada vez más fuerte, veía su erección por el bulto del pantalón, no quería yo excitarme, solo quería volverlo loco a él, eso ya lo había conseguido, pero yo también me estaba excitando y eso era lo que no quería...
el flaco seguía masturbándose, sin decir ni hacer nada má que eso, y yo seguía con mi juego, pero ahora estaba escitada, muy excitada, ya no me importaba que fuese tan menor, ni que consiguiera su objetivo, de pronto tuve un instante de orgullo y me dije "no" no va a hacerme nada, acto seguido me empecé a sacar mi tnga, siempre moviendome sensualmente, él solo se agitaba y gemía masturbándose, pero seguía sentadito en su lugar...
lo próximo fue ir suavemente sacándome todo, hasta quedar totalemnte desnuda, camine frente a él, y él de pronto pego un grito, se retorció en el sofá, y se tapó con ambas manos su pantalón, este, un jeans claro, tenía una enorme mancha de su esperma, le cubría todo su cierre y hasta la mitd de su antepierna izquierda estaba manchada or su esperma, de pronto quedo quiero, jadeando y yo desnuda parada frente a él, lo mirba seria, quieta y él no me aguantaba la mirada, giorá, fui a mi cuarto, tomé una bata, caminé hacia él lo miré nuevamente y le dije, "soy demasiado mujer para vos, aprendé a tratar a una mujer y si lo hacés bien tal vez puedas conseguir a alguna mujer en estos días, por ahora seguí con las chicas de tu edad, pero una cosa te voy a decir, si me entero que estuvistes hablando de mi, que estuviste mintiendo, te juro que voy a decirles a todos que me tuviste desnuda y solo te pajeaste" enseguida fui hacia la puerta la abrí y quedé esperando él saliera, lo hizo rápido, callado, sin siquiera mirarme salio corriendo...
Luego cerré la puerta, fui hacia el sofa donde él estuvo, me quieté la bata y comencé a tocarme, a partir de aquél día nunca más se metió conmigo, ni sus amigos me miraban raro, seguro pensarán que fui una mala mina con él, yo creo que le di una lección, y que seguramente la aprendió bien, hasta quizás esa enseñanza le ayude a conseguir mujeres en su futuro, aprendió a respetar a una mujer, y eso es bueno hasta para conseguirlas, yo ese día terminé en mi sofá, metiendome los dedos en mi vagina, puede tener su pene cuants veces quisiera, pero me sentí stisfecha de mi actuar y tmbién de mis dedos!!!
buenos dias preciosa SOL eres la alegria de mi dia adia pues cada vez que tengo tienpo prendo mi ordenador busco tu blog y como tu nombr todo se aclara para mi eres maravillosa vesos y abrazos
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