SOL DISTINTO

Hola, hoy les cuento un simple relato de la cotidiana vida de una mujer soltera, una noche sola en la casa, de esos días que el frío y la lluvia ponen mal a cualquiera, así estaba aquél día y así seguía la noche cuando regresaba a casa, pensaba y deseaba llegar a mi casa, con la calefacción a toda marcha y estar sola desnuda en mi hogar, pero también pensaba que hacer, porque lo de estar desnuda es algo que simplemente me gusta, pero que hacer sola y desnuda en casa? entonces decidí pasar por el ciber que además de eso alquilan pelis y venden cualquier cosa, un multimercado además de ciber, iba yo con mi campera larga impermeable, pero debajo de ella una blusa sin mangas, porque adoro esas blusas, me encanta usarlas bien escotadas y sin corpiños, que se noten y se vean mis tetas, y minios con medias caladas blancas, estacioné en la puerta del ciber, me prendí el camperón y subí la capucha por la lluvia y entré al ciber, siempre lo atendía el dueño, Joselo, un hombre mayor supersimpático, pero hoy estaba un morocho, no tengo ningún problema racial, así que para que me entienda mejor, un negro grandote, con un lomaso tremendo, la fama de estos de tener grandes y enormes penes me vino de pronto a la cabeza, lo miré, me miró, nos saludamos y comencé a mirar las peli, en realidad hacía que miraba, pero de reojo solo miraba al morocho, no lo dudé, tome dos plis porno, y pasé por una exhibición de frascos y potes en spray que no supe que eran, al llegar frente al morocho me desprendí el camperón, puse los cd en el mostrador y me recosté en él hacia delante, bien frente al morocho, sin lugar a dudas me vio enseguida mis senos, apoyé mi brazo bajo ellos, para que sobresalieran más, y le pregunté que eran esos frascos que habían en exhibiciónn, él solo miraba mis tetas, luego vio las peli que llevaba y me miró a los ojos, me dijo son tintas para pintarse la piel, para hacer lo que quieras en donde quieras de tu cuerpo, se diluye en agua, así que con bañarte se quieta, miró las peli y muy seguro me dijo, "después de ver estas seguro tu hombre te va a pintar todo, lo envidio" me reí y le dije "voy a verlas sola" sin dejar de mirar sus ojos, él se puso algo nervioso, además creí adivinar el tamaño de su pene, si era lo que marcaba su pantal´çon era enorme, muy enorme, miré hacia su pene, pasé la lengua por mis labios, pagué el alquiler y le dije "adiós lindo" él respondió " adiós preciosa".

Llegué a mi casa, subí, la calefacción ya estaba al tope, se sentía realmente bien allí, así que me preparé algo liviano, comí, y me dispuse a ver la primera peli, me saqué toda la ropa, solo me dejé la tanguita blanca y apenas comenzó recordé que eran porno, eso lo había solo elegido para provocar al morocho, y bueno, ya que estaba la dejé, enseguida entre la lluvia, el calor y la peli me empecé a calentar mal, sin darme cuenta estaba sobando mis senos y mi vagina, puse pausa y encendí un cigarro, caminé por el comedor, me asomé a la ventana de mi balcón y miré la lluvia, eso me hizo estremecer, me cruce de brazos y volví al sofá, terminé el cigarro y seguí mirando la peli, entonces en unos minutos ya no aguantaba más, no dejaba de pensar en el morocho, miré la hora, eran las 12.55 de la noche, el ciber cerraba a la una, corrí hasta el tel. llamé a el ciber y la voz del morocho me hizo mojar, le dije quien era, y le pregunté si se daba cuenta quien era, él me dijo "esas tetas no las voy a olvidar mientras viva" me reí y le dije "quería saber si podrías traerme un pote de esa tinta" me respondió "claro que si, algún color preferido?" le dije " a vos que color te gusta?" sin dudar me dijo "azul" ya superexcitada le dije "entonces traeme uno azul" le di la dirección de mi departamento, no pasó ni 15 minutos sonó el portero eléctrico y la voz del morocho dijo "soy yo tierna, traje el pote" le abrí la puerta de entrada al edificio y me saqué presurosa mi tanga, así lo esperé, cuando toco el timbre de mi puerta solo le dije "entrá" él entró y quedo parado, le pedí cerrara la puerta, y me miró muy fijo, yo estaba desnuda total de rodillas en un pequeño sofá, él se saco la abrigo, y me alcanzó el pote...

le pedí se sentara frente mío, destapé el frasco y comencé con mi teta derecha, él morocho se tocaba y comenzó a sacarse el buzo primero, yo sobaba mi teta con la tinta azul y el morocho se sacó la remera, se desabrocho el pantalón, se lo saco y solo le quedaba el boxer, que no disimulaba en nada su enorme verga que corría por todo el costado derecho de su pubis, se tocaba pero no se lo sacó, mejor así, de verlo me hubiese lanzado por él, y quería pasarme aquella tinta que vi como excitaba al morocho...

puse un poco de tinta sobre mi teta izquierda y miraba al morocho, en realidad miraba su pene, aquello prometía ser descomunal, prometía partirme en cuatro, prometía hacerme ver las estrellas, pero ya estaba decidida a calentarlo más, así que seguí con mi show, pasándome más tinta...

pero ya la verdad solo deseaba tener al morocho dentro mío, así que apreté fuerte el frasco y vertí sobre mi cuerpo una gran cantidad de tinta y solo me la desparrame por todos lados, haciendo movimientos sexys, pasando la lengua por mis labios una y otra vez, el morocho está con los ojos desorbitados y su boxer parecía que iba a reventarle, ya no aguantaba aquella verga descomunal...

volqué todo lo que quedaba en el frasco sobre mi cuerpo y miré al negro, ahora si se sacó el boxer, aquello debía tener nombre propio, era imponente, parecía tener vida propia, intenté ponerla toda en mi boca, pero no pude ni siquiera la mitad, el negro me tocaba toda, sus manos todas sucias de la tinta me tocaban or todas mis partes, apretaba tan fuerte mis tetas que abría más la boca pero era imposible tragar más verga, era tan grande que no podía más que aquel pedazo tenerlo dentro de mi boca...

así fue que el negro me cogió toda la noche, tuve su leche en mis tetas, en mi concha, en mi boca, en mi cara, y cuando ya había acabado yo al menos 5 veces y el negro otro tanto me paré para traer los cigarros, entonces quedé con mi culito casi en su cara, di solo un paso, y el morocho tomo mi brazo me empujó hacia él, tomo mi cabeza y la llevo a su verga que ya estaba erecta, y con su mano derecha metió sus dedos en mi culo, me asusté, no creí la fuese aguantar en mi culo, pero seguí mamando aquél cañón negro, seguíamos enchastrados en tinta azul, yo lo masturbaba rápido, con manos y boca, quería acabara en mi boca porque temía lo inevitable, de pronto el negro sao la verga de mi boca, me tomo de las piernas y me tiró de rodillas en la cama, se paro sobre mí, me refregó las nalgas y tomo su cañón, puso la cabeza en la puerta de mi culo y empujó, grité y él no pudo, se agacho y lanzó saliba sobre mi culo, metió dos dedos y su lengua, luego metió tres dedos y los giraba en mi culo, yo empujaba hacia atrás, entonces volvió a insistir y grité nuevamente, le dije "no por favor, te la chupa papi o en mis tetas, donde quieras pero no en mi culo, no la aguanto", él dijo "si mi putita, si la vas a aguantar, sos muy buena puta y te voy hacer mejor aun" entonces con la cabeza yo apoyada en la cama, el culo bien levantado y él encima mio, apuntó su glande a mi culo, apenas entro un pequeño pedazo de su cabeza grité otra vez, pero enseguida empujo fuerte y entro toda la cabeza, creo que el grito lo escucharon del último piso del edificio, y siguió empujando, creí sentirla en mi estomago, seguí gritando mas y mas fuerte, y entró toda, estuvo al menos media hora cogiendome el culo, ya mis gritos pasaron a ser de placer, incluso le gritaba así "haaaaaayyyyyyy papitooooooooo me rompiste el culoooooooooooo siiiiii seguíiiiiii siiiiii más más fuerte papi mas mas toda metela todaaaaaaaaaaaa" y el negro se volvió loco, me dio fuerte, mi culo seguro parecería una olla, fue memorial, claro que no fue mi primera vez por el culo, pero si mi primera vez con una cañón como aquel, un enorme y hermoso cañon que seguiría teniendo, sobre todo las noches que estuviese sola y lloviera en Montevideo!!!